Drenaje linfático posquirúrgico
Un sistema linfático en funcionamiento es esencial para la capacidad del cuerpo de regenerar tejidos, drenar líquidos, filtrar sustancias extrañas y toxinas, desintoxicar y mantener un sistema inmunológico saludable. El sistema linfático es complejo y está formado principalmente por ganglios y vasos linfáticos que trabajan juntos para lograr estos objetivos. La propia linfa transporta ácidos grasos, células hormonales, células inmunitarias, proteínas y toxinas para ser procesadas por los ganglios linfáticos. Cuando el cuerpo está estresado, fatigado, experimentando infecciones, luchando contra un proceso de enfermedad o, en ciertos casos, recuperándose de una cirugía, el proceso puede ralentizarse.
Todas las cirugías cosméticas producen hinchazón hasta cierto punto porque es parte del proceso normal de curación del cuerpo. Algunas cirugías cosméticas, como los procedimientos de liposucción y abdominoplastia, interrumpen las vías naturales que toma el sistema linfático debido a la ubicación de la cirugía. Otras regiones del cuerpo, como la nariz después de la rinoplastia, producen hinchazón que puede durar mucho tiempo, incluso hasta un año. Otros procedimientos cosméticos que impactan el rostro también pueden producir meses de hinchazón. Sin embargo, debido a las extensas áreas de alteración, la abdominoplastia y los procedimientos de liposucción suelen ser las cirugías cosméticas con la mayor cantidad de inflamación linfática.
Cuando la linfa se desplaza hacia el tejido circundante después de que un procedimiento quirúrgico interrumpe las vías linfáticas normales, el resultado es la hinchazón.